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Este 19 de marzo se conmemora el décimo aniversario luctuoso de quien fuera uno de los poetas mexicanos más importantes y leídos en nuestro país: JAIME SABINES. Pero para conocer un poco más de él y de su obra echemos un vistazo a las siguientes líneas:
Jaime Sabines nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas un 25 de marzo de 1926; Julio Sabines su padre, de origen libanés y doña Luz Gutiérrez su madre, originaria de Chiapas.

Durante la preparatoria Jaime publica sus primeros poemas en el periódico de la escuela El estudiante; algunos de ellos están en su primer libro, Horal. No obstante, reconoce que la mayoría de lo escrito en esa época eran versos de principiantes, como lo dejan ver —dice— los mismos títulos: "A la bandera", "A mi madre", "Primaveral", "Introspección", y poemas a las novias. Sabines llegó a ser director de ese periódico, que alguna vez lo consideró un futuro valor de las letras chiapanecas.

Para 1945 decide viajar a la Ciudad de México donde estudia Medicina; sin embargo deserta a los 3 años por no ser lo que esperaba de la carrera y en sus momentos de angustia decide escribir todo aquello que vivía, sentía y pensaba al encontrarse solo en una ciudad indiferente. Ese mismo año publica su primer poema (que él considera bueno) titulado "Introducción a la muerte".

Ya para 1949 ingresa a la Escuela de Filosofía y Letras donde encuentra su verdadera vocación; fue entonces que decide reunir sus "mejores escritos" (de hecho tomó en cuenta aquellos que escribió a partir de los 23 años) y publica Horal. En 1952 y ya con 3 años en Filosofía y letras publica La Señal y Adán y Eva.

Para 1953 regresa a Tuxtla para atender la tienda de telas de su hermano Juan quien fue eligido como diputado. Y ese mismo año contrajo matrimonio con Josefa Rodríguez Zebadúa a quien conocía desde su infancia. Fue entonces que al trabajar en la tienda se propone escribir un soneto diario, para aquello de no perder la práctica.

Durante siete larguísimos años, de 1953 a 1959, el poeta, a pesar de haber publicado tres libros, vivió imprecando contra su suerte por tener que hacer actividades como barrer la calle, levantar las cortinas y mercar telas. "Entonces fue un gran aprendizaje de humildad —dice—, allí se me fue toda la vanidad, esa que tienen los jóvenes. Yo me sentía humillado y ofendido por la vida. ¿Cómo era posible que estuviese en aquella actividad, la más antipoética del mundo, la del comerciante?" Al cabo de dos o tres años la actividad fue ejerciendo sus influjos. La hostilidad de la provincia, para un poeta que había probado la hostilidad de la gran urbe, se nota en su libro Tarumba, nacido tras el mostrador de telas en 1945, cuando iba a nacer su hijo Julio.

A raíz de la enfermedad y muerte de su padre, Sabines escribió en distintas épocas cada una de las dos partes de Algo sobre la muerte del Mayor Sabines. "Todo el poema —rememora el poeta— se hizo con llanto, con sangre. Es un poema del que no me gusta hablar porque es puro dolor, desgarramiento , impotencia ante la muerte..."
En 1962, la UNAM publicó el primer Recuento de poemas de Jaime Sabines, donde se recopiló casi todo lo que había escrito hasta entonces. Dos años después fue becario del Centro Mexicano de Escritores, donde estaban Juan Rulfo, Francisco Monterde y Salvador Elizondo. Fue precisamente durante esa beca que el poeta escribió la segunda parte de Algo sobre la muerte del Mayor Sabines.

En 1966 murió su madre, Doña Luz. Al cabo de unos meses le escribió. Buscó hacer un canto tierno, librarse de tantas muertes. Sin embargo, al final descubrió que "ante la muerte lo único que se tiene es la cabeza rota, las manos vacías, ante la muerte el poema no existe". "Doña Luz", que forma parte del libro Maltiempo (1972), no deja de ser una reflexión filosófica ante la vida. Además, el libro habla de la cotidianidad, del cadáver de su gato, del viaje a la luna, del '68. No se trata de poesía de intensidad sino de ideas, de trucos, de inteligencia y malicia poética, explica el autor. Dos años más tarde de esta publicación, en 1974, recibió el Premio Xavier Villaurrutia.

En 1976 y 1979 fue diputado federal por Chiapas. En 1982, año en que hizo erupción el Chichonal, le fue otorgado el Premio Elías Sourasky. Sabines se encontraba en Pichucalco cuando se enteró de la noticia, pero le pareció fútil que mientras él era distinguido así, la naturaleza se encargaba de decirle lo poco importante que son estas vanaglorias y la pequeñez humana y el desamparo ante lo verdaderamente ingente.

También en 1985, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes. En 1986, con motivo de sus sesenta años, fue homenajeado por la UNAM y el INBA. Ese mismo año el Gobierno del Estado de Tabasco le entregó el Premio Juchimán de Plata. En 1991 , el Consejo Consultivo le otorgó la Presea Ciudad de México y en 1994 el Senado de la República lo condecoró con la medalla Belisario Domínguez. Por su libro Pieces of Shadow (Fragmentos de sombra), antología de su poesía traducida al inglés y editada en edición bilingüe, Jaime Sabines ganó el Premio Mazatlán de Literatura 1996.


En la última década la enfermedad golpeó el cuerpo del poeta. Una fractura en la pierna izquierda, la complicación de varios males a los que sumaron más de 35 operaciones, hicieron que Sabines permaneciera gran parte de esos años en casa. Tiempo en que el poeta pudo reflexionar más acerca de la condición humana, y en el que lorgó concluir apenas un poema "Me encanta Dios", un canto que marca su "reconciliación con Dios". Tiempo también en el que revisó sus libretas donde fue escribiendo cada uno de sus poemas, de ahí Sabines rescató algunos que se convertiran en breve en sus Poemas rescatados.

El 19 de marzo, a seis días de cumplir 73 años, Jaime Sabines decidió no luchar más contra la enfermedad. El poeta murió en su casa, acompañado de su esposa Chepita y sus cuatro hijos. Entonces ante el dolor de sus lectores, sus hijos recordaron en los diarios lo que Jaime Sabines siempre les dijo: "No hay que llorar la muerte, es mejor celebrar la vida". Sabines siempre supo, que habría de amanecer.
No cabe duda que fue una persona ejemplar y con un gran talento para la poesía y letras. Y para muestra un botón, aquí unos cuantos de sus poemas, los cuales considero mis favoritos.
  • Yo no lo sé de cierto.
  • Los amorosos.
  • Tía Chofi.
  • No es que muera de amor.
  • Canonicemos a las putas.
  • Me preocupa el televisor.
  • La Luna.
  • Tu nombre.
  • Me encanta Dios

Y muchos muchos más....

Información e imágenes obtenidas de http://www.sololiteratura.com/ Ahí podrán checar la semblanza completa y el resto de las fotografías.

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