Biankikis
¿Cuántas veces pensamos que las nuevas tecnologías desplazan nuestros instrumentos de uso cotidiano? Yo no lo creo así, aunque a veces lo haya pensado, puesto que las considero un complemento con las ya existentes. Tal es el caso del libro, que a pesar de ya encontrar algunos en formato digital no ha logrado hacerlo desaparecer de forma impresa.
Claro está que la industria editorial se ha enfrentado a varios problemas para poder mantenerse y uno de los principales problemas es el apoyo financiero por parte de los gobiernos y la existencia de nuevas tecnologías por medio de las cuales se pueda acceder a fuentes de conocimiento que no sea sólo el libro. Sin embargo, esto no ha sido motivo suficiente para que el libro desaparezca sino que la industria tome en cuenta la posibilidad de usar, incluir y complementarse con las nuevas tecnologías en las diferentes etapas del proceso de producción, distribución y venta de un libro.

Umberto Eco nos brinda una reflexión sobre el futuro del libro inmerso en el ambiente de las nuevas tecnologías en un artículo donde hace interesantes planteamientos al respecto. Así, en su primer planteamiento refuta la idea de que “algo mata algo” y lo fundamenta con un ejemplo mítico de la invención de la escritura.

De acuerdo con Platón (en el Fedro), Thot o Hermes quien es el presunto inventor de la escritura presenta su invento al faraón Thamus, describe su nueva técnica (la escritura) como aquello que permitirá a los hombres recordar lo que otros olvidaron. Sin embargo, el faraón no quedo satisfecho porque pensaba que la memoria es un gran don que debe preservarse mediante continuo entrenamiento y con la nueva invención la gente no estaría obligada a forzar la memoria y sólo recordarían por virtud de un agente externo y no por un esfuerzo interno.
Con la cita anterior se entiende a la escritura como una nueva tecnología (de aquella época) misma que podía desplazar la memoria humana; sin embargo no es así, más bien la complementa, a veces nuestra memoria nos traiciona y es bueno tener herramientas como la escritura y la lectura que nos recuerden aquello que olvidamos o bloqueamos por algún motivo.
Está más que claro que el texto de Platón se manifiesta en contra de la escritura, pero como tal lo menciona Umberto Eco: “el que piensa realmente no requiere libros que piensen por él”. Y en efecto los libros no piensan por nosotros, es más, nos brindan planteamientos e información que pueden provocar nuestro esfuerzo mental para entender y sobre todo conservar la información que se nos está brindando por ese medio.
Así, y por lo antes mencionado al principio, las nuevas tecnologías no están para desplazar ningún tipo de herramienta, sino más bien para complementarlo como en la industria editorial, ya sea con la mejora de los procesos, un mejor acceso y sobre todo el incremento de lectores. Además ya es responsabilidad de cada uno mantener nuestra mente activa y dejar de lado la pereza mental.
El segundo planteamiento de Umberto Eco es sobre las imágenes contra la cultura visual; nos menciona que una pantalla de computadora contiene más caracteres alfabéticos que imágenes, pero yo no locreo así, pues la computadora está llena de imágenes, ya sea los íconos de los programas o demás o las que nosotros podemos almacenar en el disco duro.
El siguiente planteamiento “libros contra otros apoyos” describe como ambos tiene sus ventajas y desventajas, pero el libro sigue ganando puesto que las mismas computadoras alientan la producción de material impreso desde el manual de uso hasta textos más complejos.

Una de las principales ventajas del libro es su durabilidad en comparación con los soportes digitales, pues si bien muchos estamos conscientes que los virus hacen estragos en nuestras máquinas, Sin embargo y algo a favor de las computadoras la distribución de libros digitales puede significar una ventaja cultural por el gran alcance de publicación y comunicación, por eso el reto para la producción de libros es saber incluir los nuevos avances tecnológicos en los que la publicación vía internet no perjudique a la industria editorial, sino sea un complemento para los lectores que pueden leer un libro de forma digital o análoga.

Ahora, una ventaja de la computadora es el hípertexto mismo que es abierto a un sin fin de combinaciones y es sabido que con éste se puede transformar al lector en autor, y cada usuario puede agregar o aplicar algo extra, el asunto es la habilidad de trabajar con enlaces.
Por último Umberto Eco nos deja como reflexión que depende de nosotros como manejar los nuevos lenguajes y/o conocimientos con apoyo de las nuevas tecnologías y claro está que los libros seguirán siendo indispensables por nuestro ritmo y modo de vida y convivencia en la sociedad.
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